Un ministerio de Iglesia Biblica Missio

La Santa Cena es adoración congregacional





Nuestro Señor Jesús habiendo bendecido el pan, lo partió, lo dio a los discípulos y les dijo:

"Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre" (Mateo 26:26-29).

¡Jesús les (y nos) pidió que lo repitan acordándose de El! Por eso tomamos la Santa cena en la iglesia con nuestros hermanos, proclamando su muerte hasta que él venga (1 Corintios 15:25).
¡El Señor de todo lo creado no tomará del fruto de la vid hasta que lo beba con nosotros en el Reino de su padre!

El Salvador quiso que los discípulos repitieran esto con la mirada puesta en la próxima vez que cenaran juntos, y esto sucederá en las bodas del Cordero. Sin duda será un tiempo de sublime gozo para cada uno de sus hijos.

"Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.
Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Éstas son palabras verdaderas de Dios" (Apocalipsis 19:7, 9).


Teniendo esto en cuenta, al tomar la Santa Cena podemos entender lo siguiente:

1) La muerte de Cristo
El pan como símbolo del quebrantamiento de su cuerpo. 
La copa, símbolo de su sangre derramada.
"Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga" (1 Corintios 11:26).

2) Participación en los BENEFICIOS de Su muerte
Cuando tomamos la Santa Cena estamos reconociendo que ¡¡¡Jesús ganó para nosotros todos sus beneficios!!!

3) Alimento espiritual 
Reconocemos que Cristo es nuestro alimento necesario y suficiente, en quien tenemos satisfacción y vida eterna (Juan 6:53-57).

4) La unidad de los creyentes
También es un tiempo que nos recuerda que somos un cuerpo, juntos le recordamos mientras nos preparamos hasta que vuelva.

5) Seguridad y confianza
Al tomar la cena tenemos una oportunidad para renovar nuestra confianza en él, sabiendo que el pago por nuestros pecados está completo y consumado (Juan 19:30; Hebreos 1:3). Nos da la seguridad de que fue un sacrificio para siempre (Hebreos 10:12).


Sin duda participar de la Santa Cena es un tiempo hermoso de adoración congregacional, donde junto con hermanos, tenemos libertad para entrar al lugar santísimo por la sangre de Cristo y su palabra nos insta a acercarnos con un corazón sincero (Hebreos 10:19-22).


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