La palabra tehilim significa alabanzas, la traducción griega es psalmoi, que significa cantos con el acompañamiento de instrumentos de cuerda y es de donde deriva la palabra que nosotros usamos: Salmos.
Los salmos contienen himnos y oraciones que se usaban en el culto de Israel, hablan de los hechos de Dios en la creación y la historia de Israel.
El propósito de los salmos es enseñar y guiar a su pueblo hacia la alabanza y adoración apropiada a Dios.
Los salmos nos enseñan una amplia gama de teología prácticamente envuelta en una realidad diaria. Nos ayudan a procesar nuestras experiencias personales, a ver cómo actúan los atributos de Dios en nuestras vidas.
No importa el estado emocional en el que estés, puedes hallar un salmo o varios
que expresan exactamente to que tu propio espíritu quiere clamar a Dios. Ya sea que tu corazón esté cargado de aflicción, luche con la tentación o tenga gozo de la
liberación; ya sea que admire las perfecciones divinas, agradezca a Dios su
misericordia, medite en sus verdades o se deleite en su servicio.
En los salmos podemos hallar consuelo, enseñanza, reprensión y exhortación, para eso necesitamos ver nuestras experiencias reflejadas en las de los salmistas.
¡Adoremos con los salmos!
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