Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado
Salmos 1:1
Impresionante palabra la que da comienzo al primer capitulo del libro que se ocupa en la comunión entre el hombre y Dios ¡Bienaventurado!
La realidad es que prácticamente no usamos esa palabra en nuestra época pero sabemos que tiene que ver con la felicidad. Si hay algo que todo hombre busca en esta época es justamente...la felicidad.
“El Salmista dice más, y de modo apropiado, sobre la verdadera felicidad, en este corto
Salmo, que ninguno de los filósofos, o que todos ellos juntos.
John Trapp.
Esta palabra “bienaventurado” puede ser traducida mejor por: “¡Oh la felicidad!” o “¡Qué dichoso!”
Expresa la sensación de profundo gozo y satisfacción de la persona.
Seamos sinceros ¿No buscamos casi en cada momento nuestra felicidad?
Es impresionante cuanto tiempo perdemos buscando la felicidad en cosas que jamás nos la pueden dar como las posesiones pasajeras de este mundo o en placeres momentáneos que no sacian el alma.
La misma palabra de Dios nos dice que podemos ser felices y seguiremos viendo en este salmo que la felicidad resulta de la bendición de la confianza y la obediencia a Dios:
Salmo 34:8
Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él (Salmo 40:4, 84:5, 89:15).
Para seguir estudiando y adorando con los Salmos es bueno que esta verdad venga constantemente a nosotros:
en Él y solo en Él podemos ser bienaventurados.
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