Un ministerio de Iglesia Biblica Missio

28) Salmo 4:2 ¿Hasta cuándo volveréis I honra en infamia?





Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah
Salmos 4:2

Es tremendo pero pasan los años y los siglos y se repiten las mismas cosas en los cristianos.
La persecución o el rechazo del mundo es algo que siempre va a estar si estamos caminando como caminó Jesús en esta tierra, el primer hombre que murió por qué sus obras eran agradables a Dios fue Abel (No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas). Después Jesús fue perseguido hasta la muerte por que los hombres aborrecían la luz (Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas).

El cristiano entregado a glorificar al Señor, el que desea ser santo, verá como algunos quieren manchar su reputación, volver su honra en infamia.

Somos llamados a predicar (Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable
‭‭1 Pedro‬ ‭2:9) y sabemos que nos menospreciarán y que nos tratarán como a locos pero nada es contra nosotros sino contra Dios mismo.

Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia? Podríamos imaginarnos cada sílaba de este precioso Salmo usado por nuestro Señor alguna tarde, cuando está a punto de salir del Templo aquel día para retirarse a su acostumbrado reposo en Betania, después de sus inútiles llamamientos a los hombres de Israel. Andrew Bonar

¿Hasta cuándo amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Crisóstomo dijo una vez que «si él fuera el hombre más apto del mundo para predicar un sermón a todo el mundo, congregado a su alrededor para escucharle, y tuviera alguna alta montaña como púlpito desde la cual pudiera tener todo el mundo ante su vista, y estuviera provisto de una voz de bronce, una voz que resonara como las trompetas del arcángel, de modo que todo el mundo pudiera escucharle, escogería como texto de su sermón éste de los Salmos: «Oh mortales, ¿hasta cuándo amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira?» C.H.S

Debemos predicar el evangelio y soportar la persecución de éste mundo, pero podemos tener esperanza de que si sembramos, un día puede haber fruto. Pablo asesinaba cristianos y Dios lo hizo apóstol. 
Que podamos meditar en cuanta gracia para con nosotros que vemos y admiramos la luz de Cristo y ¡que deseemos compartirlo al mundo!.

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