16) Salmo 2:10 Admitid amonestación

Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; Admitid amonestación, jueces de la tierra.»
Salmos 2:10

Dios mismo es quien inspiró al salmista a escribir estas palabras y en ellas se nota un conmovedor llamado de Dios al arrepentimiento. 
Todos los hombres tienen como fecha límite, el día de su muerte física, hasta el último momento y con las personas más pecadoras, Dios puede tener misericordia y salvar como hizo con Ninive (Jonas) y como tuvo Jesús misericordia con el pecador que murió en una cruz a Su lado y el mismo día (Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Lucas 23:40-43).

Dios es realmente misericordioso y lento para la ira, en vez de hacer juicio al instante, el Señor da una oportunidad más de arrepentimiento.

¡Oh cuanta misericordia ha tenido Dios conmigo! 
Que Jesús reine es asombroso pero se puede entender, pues es el Señor todopoderoso, pero que me haya salvado a mi, eso me va a llevar toda la eternidad entenderlo...

Que podamos ver la gracia de Dios en nuestra propia salvación y que deseemos ver la gracia en las personas que nos rodean.

Sed prudentes. ¡Oh, que sabiduría infinita es la obediencia a Jesús, y qué espantosa es la locura de aquellos que siguen siendo sus enemigos! C. H. S.