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11 Salmo 2:4 El que moré en los cielos se reirá





El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos.
Salmos 2:4

El Señor se reirá de ellos. La realidad es que todo ese odio, toda esa maldad, todas las décadas preparándose para la batalla, toda la furia reunida de las naciones y sus reyes y gobernantes viene a ser algo parecido a una mosca amenazando a un león.

El que mora en los cielos, reina desde el cielo (Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres
Salmos 11:4).

Se reirá, se burlará. En la Biblia vamos a encontrar muchas veces este tipo de repeticiones (lo vamos a ver bastante en los salmos), en la época del A.T y también en los tiempos de Jesús cuando se quería dar importancia a algo se repetía 2 veces la misma palabra ejemplo: 
Jesús dijo varias veces -de cierto, de cierto (amen, amen)- para hablar de algo importante o si no se decía lo mismo pero con palabras diferentes (reirá , burlará). 
Realmente se burlará haciendo justicia ante tanta maldad.

Que Dios se burle de sus enemigos es una muestra grande de su majestad, su infinito poder.


Adoremos al Dios de gracia y amor, al Dios Justo y Juez. Para entender la gracia, amor y también el juicio justo, comparto esta historia:

Salvador y Juez 
Warren Wiersbe, en su libro Discover Yourself in the Psalms 
(Descúbrete a ti mismo en los Salmos), relata una historia que 
le contó cierto evangelista. Decía: “En una ciudad de la fronte-
ra, un caballo se encabritó y se escapó con un carro en el que 
había un niño pequeño. Viendo que el niño estaba en peligro, 
un joven arriesgó su vida para detener el caballo. El niño a 
quien había rescatado creció y llegó a ser un delincuente, y un 
día tuvo que comparecer ante el juez para ser sentenciado por 
un grave crimen. 
El preso reconoció al juez como al hombre que años antes 
había salvado su vida, por lo que le suplicó gracia sobre la ba-
se de aquel hecho. Pero las palabras del magistrado silenciaron 
todas sus súplicas: “Joven, entonces fui tu salvador, hoy soy 
tu juez, y debo condenarte a ser ahorcado.” 


Cuando los hombres persisten en su rebeldía, Dios debe juzgar...

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