Un ministerio de Iglesia Biblica Missio

19) Salmo 3:1 Se han multiplicado mis adversarios




¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mí
Salmos 3:1

Los enemigos de David se habían multiplicado y muchos le estaban atacando. David muestra su asombro y es que los enemigos son muchos y el pánico llega en esas ocasiones (Las legiones de nuestros pecados, los ejércitos de enemigos, la muchedumbre de dolores corporales, la hueste de aflicciones espirituales, y todos los aliados de la muerte y el infierno, se han dispuesto en batalla contra el Hijo del hombre. C. H. S).

Debemos tener en cuenta que el hijo de David es uno de sus perseguidores y es de quién David está huyendo ¿has sufrido persecución de algún familiar? O si no ¿has sido decepcionado por alguien de tu familia o que considerabas como un hermano? Es muy doloroso, pero aunque duele, hay una enseñanza tremenda y es que no podemos confiar en los hombres, solamente en Dios debe estar toda nuestra confianza (Mejor es confiar en Jehová Que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Jehová Que confiar en príncipes.
Salmos 118:8-9), Su Palabra nos habla clarísimo que no debemos confiar en los hombres (Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.
Jeremías 17:5-8), pero lamentablemente debo reconocer que algunas veces confío en ellos más que en Dios, algunas veces creo en la palabra de algunos hombres más que en la Palabra de Dios ¡oh que lamentable cada vez que esto sucede! El único que no cambia en nuestro Padre, los hombres un día te alaban y al otro día pueden estar hablando las peores mentiras y crueldades en tu contra.

Los adversarios siempre nos van a querer quitar la mirada de la realidad (Su Palabra), es un dardo bastante dañino, si lo consiguen, creeremos cualquier cosa y eso nos hará tambalear. Mañana veremos cómo aseguraban que Dios no sería la salvación del salmista...¡qué herida tan dolorosa!!

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