Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
Salmos 1:1-2
Qué gran verdad la de este versículo, nos dice quienes son verdaderamente felices.
¡Hay tantos millones de personas persiguiendo la supuesta felicidad en tantas otras cosas!
Feliz es el que se deleita en Su ley (enseñanza), el que medita en la preciosa palabra de Dios de tal manera en que puede ser guiado por ella y obedecerla.
Confieso que realmente necesito ser guiado en cada aspecto de mi vida, y sólo Dios es quién sabe perfectamente cómo debo caminar ¿cómo no meditar en su palabra?
La voluntad de Dios para mi vida la voy a encontrar en la Biblia ¿no es eso un gran gozo?
Innumerables veces me he sentido como sin rumbo, perdido, sin ganas, sin encontrar sentido a las cosas, pero oh ¡qué deleite es encontrar los tesoros de la enseñanza de Dios!
Su palabra me da dirección (Salmo 119:105), y es la voluntad de Dios lo que da sentido a mi vida.
¿Te resulta raro pensar en deleitarte en la ley de Dios? Muchas veces hemos escuchado todos (e incluso lo hemos pensado) -es aburrido leer la Biblia- pero si hago un auto examen de cuando lo he pensado...encuentro que en realidad no estaba meditando, solo leyendo palabras a las cuales no encontraba sentido.
Mi clamor es que podamos meditar en la palabra, así conoceremos su voluntad, conoceremos como es Él y realmente seremos felices.
Mañana veremos los tremendos beneficios, de meditar, de obedecer Su ley...
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